
¿El cambio de hábitos puede ocultar nuevas oportunidades?
Me crié en una gran familia y recuerdo como si fuera ayer, ese momento siendo aún niña, cuando competíamos para coger el teléfono antes que los demás. Como si fuera una maratón cuando alguien llamaba. Era verdaderamente emocionante, tener la sensación de que alguien quería hablar conmigo, aunque muy probablemente yo no era la persona llamada. Por entonces, la gente se comunicaba y se relacionaba, sobre todo, dentro de un alcance local. El teléfono fijo tuvo su momento de gloria en mi vida, por lo tanto, se imprimió en mí ese sentimiento que se convirtió en este recuerdo feliz que quiero compartir con vosotros. Esto nos aclara algo, todos nosotros necesitamos relacionarnos, comunicarnos.