Escrito en Jueves 14 Julio 2016"Estar de vacaciones es no tener nada que hacer y tener todo el día para hacerlo."- Robert Orben ¿Cuántos de vosotros os sentís desorientados durante las vacaciones? A menudo, puede ser muy frustrante pasar de un horario frenético a uno completamente en blanco. Por lo general, los primeros días de vacaciones pasan en absoluta paz y te sientes igual que un bebé koala justo después de un festín de eucalipto, pero para el final de la primera semana, el aburrimiento comienza a surtir efecto; Empiezas a comprobar tu correo, a hacer algunas llamadas telefónicas,etc. Esto es especialmente cierto si tus vacaciones consisten en estar en casa. No es que no podamos vivir sin trabajo, simplemente es que estamos tan acostumbrados a los muchos impulsos externos que no sabemos cómo manejar los días con 24 horas free. Lo digo porque pasé por la misma experiencia este verano. Aunque vivo en Córcega, cerca de la playa, decidí pasar mis vacaciones en casa, Rávena, Italia, donde el mar es mucho menos atractivo. Después de los primeros días de estancia, tras ponerme al día con mi familia y amigos, me encontré inmersa en un letargo de vacaciones de verano, donde no tenía nada que hacer, y en mi caso, ni siquiera que ver! Por lo que me pasé los días durmiendo y tomando el sol, mi nivel de productividad rozaba el cero absoluto. Finalmente, me rendí y empece a enviar algunos e-mails a mis colegas, a contactar con clientes y a planificar lo que haría cuando regresara. Una pérdida de tiempo total y de mis vacaciones.