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Estrategias de contenidos: errores a evitar

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Si has seguido todos los consejos que hemos ido publicando hasta la fecha, estoy segura de que ya habrás creado un blog para tu empresa. No obstante, es posible que el esfuerzo invertido en éste no haya surtido los resultados esperados. En tal caso, es necesario evaluar los procesos y descubrir dónde está el fallo.
Ya sabes que el contenido ofrecido debe ser de buena calidad. Ello es un requisito esencial y estoy segura de que en efecto, el contenido que ofreces es relevante e interesante para tus lectores. Sin embargo, no siempre es suficiente. También hay ciertos elementos esenciales para dar mayor credibilidad a tu palabra, a fin de conseguir tu objetivo final para con la audiencia.

Regla #1: Dispara su interés

Para alcanzar el éxito esperado, tu contenido debe ser personal y provocar emociones en los lectores. Curiosidad, risas, reflexión... no importa qué emoción exacta sea; lo importante es no aburrir a la audiencia. En líneas generales, cabe destacar que la introducción del texto debería contener una frase o eslogan llamativo para convencer a tu audiencia de que merece la pena seguir leyendo.

Independientemente del sector económico de que se trate, existen ciertos temas que ya se han tratado innumerables veces. Ello no es un problema en sí, puesto que una misma cuestión puede tratarse desde distintos puntos de vista, mas sí que es necesario en este sentido encontrar el enfoque más original y genuino. Si puedes lograrlo, rápidamente verás una respuesta positiva por parte de tu audiencia. 

Por último (aunque suene obvio), sé tú mismo. No intentes cambiar tu forma de expresarte sólo porque el contexto sea escrito. ¿Qué hay mejor que un tono personal para llamar la atención de tus usuarios y reforzar la credibilidad de tu palabra? Ello permitirá que tus lectores se puedan identificar con mayor facilidad contigo y por tanto, sentirse más cercanos a ti.

Regla #2: Cualitativo sí; feo, no

Aunque tu diseño sea perfecto, nunca debes olvidarte de la calidad del contenido para alcanzar los resultados esperados. "Calidad" debe ser un calificativo que pueda acompañar tanto al contenido como al diseño.

Debes tener en cuenta todos los detalles. Por ejemplo, los colores y el significado de éstos. El diseño y estructura de la página también son importantes. Debes situar los aspectos más relevantes al inicio de la página, a fin de asegurarte de que el lector no pierda el hilo. Ten también en cuenta las imágenes que acompañen a los artículos. Éstas deben tener coherencia con el texto, además de ser de buena calidad y poder adaptarse a cualquier plataforma desde la que se pueda leer tu blog (móviles, tabletas, páginas web).

En líneas generales, procura organizar las páginas de tu blog de modo que los textos pueden leerse fácilmente. Asimismo, asegúrate de que todos los ítems, como los botones para compartir o el acceso a la ayuda en línea, sean visibles.

No te olvides de que, tanto un mal diseño, como la inclusión de imágenes de baja resolución, pueden desacreditar completamente tu trabajo y esfuerzos invertidos en los textos.
Tras concluir el proceso de creación del contenido y diseño de éste, el trabajo no ha finalizado. También debes tener en cuenta su publicación. Por supuesto, ya sabes que no basta con hacer clic en "Publicar".

Regla #3: La importancia del horario

El mundo digital se mueve a la velocidad de la luz y por tanto, si publicas tu contenido en una hora inadecuada, éste puede perder de antemano todos sus potenciales lectores. Hay varias variables a tener en cuenta:

- Requisitos generales sobre horarios: disponibilidad de tu audiencia, días más propensos a que la audiencia lea, etc.

- Requisitos puntuales: ciertos periodos del año y eventos a tener en cuenta, basados en el tipo de contenido que desees publicar.

En cuanto a los requisitos generales, debes estudiar a tu audiencia, sin dejar de leer los estudios existentes (que son muchos) y descubrir por ti mismo cuál es el mejor horario mediante pruebas experimentales.

Regla #4: Compartir, compartir es fundamental

No te olvides de todos los canales de distribución que puedes usar. Contactos influyentes, amigos, compañeros de trabajo... anima a todo el mundo a que comparta tu contenido.

La redes sociales son, sin lugar a dudas, minas de oro para dicho propósito, dado que podrán tornar la interacción del contenido en viral (si éste es realmente bueno) y superar las expectativas iniciales.

Asimismo, también debes tener en cuenta tu presupuesto e invertir en la promoción de ciertas publicaciones en Facebook, además de desarrollar otras campañas en diversas redes sociales.

Estoy segura de que si tu estrategia de contenido no funciona tan bien como esperabas, la solución a la puedes encontrar entre el listado de errores arriba expuesto. ¡Todo lo que debes hacer es ponerte manos a la obra!

Traducido por Laura Mas Martín